jueves, 13 de febrero de 2014

Rincón de Lucy: El síndrome del príncipe azul

La idealización de una pareja, es algo normal y casi una costumbre entre nosotras. ¿Cuántas veces no hemos soñado con nuestro príncipe azul? Más que en forma física, es como debería ser intelectual, emocional y  espíritualmente. Aunque claro un envase bonito, no nos viene nada de mal.  ¿Es bueno idealizar una pareja? me hice esta pregunta hace un tiempo atrás, mientras mantenía una conversación con mis amigas.  Me dije, es bueno no conformarte con cualquier cosa, idealizar un poco te ayuda a mantener un margen de como puede ser nuestro galán, pero ¿Qué pasa cuando se nos va la mano con la idealización? de pronto todos los pretendientes dejan de ser buenos, porque no es un Einstein o porque su sensibilidad no es suficiente, porque no lloró contigo en la película "Lo Imposible" mientras tú cogías un pañuelo tras otro al ver como se reúne la familia (está bien, estoy exagerando un poquito) pero al igual, como no debemos conformarnos con cualquier idiota, tampoco debemos exagerar.

¿A quién no le ha pasado, que ha conocido a un chico, tienen una hermosa relación con él, lo consideran perfecto, maravilloso, lo es todo y cuando la relación termina, no somos capaces de estar con alguien más, porque no hay quien lo supere?  Es que dejó la vara alta, les decimos a la gente. El tema aquí, es que a lo largo de nuestras vidas conocemos a muchos hombres que en verdad valen la pena y los dejamos ir, porque no se acerca a ese maravilloso chico que marcó nuestras vidas, es como si hubiera un antes y un después. Incluso hay ocasiones en que ni siquiera nos damos el tiempo de conocer bien a otro chico, porque estamos predispuestas a que él no será como el anterior... Y después de un tiempo, viene aquella pregunta que nos visita cada noche antes de dormir ¿Por qué estoy sola? empiezas a poner en una balanza tus defectos y virtudes, te dices no soy una mala chica, soy inteligente, bonita, etc... ¿!!!Por qué estoy sola!!!?  Y cuando ya, analizas toda tu vida y todos los factores que están a tu alrededor, comienzas a pensar en aquellos buenos hombres que dejaste pasar y !voila!  la respuesta aparece en tu mente, tú no diste el espacio para una relación, hubieron varios que quisieron, pero tú no fuiste capaz de dejar ir la sombra de tu príncipe azul.
Y luego vienen las lamentaciones.
Mientras no nos quitemos la sombra del hombre perfecto, que no necesariamente tiene que ser el ex perfecto, si no aquella idealización que te crearon o que te creaste tú misma, no podrás ser completamente feliz, porque siempre habrá algo que no le permita ser un príncipe azul.



Lucy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario